Uno de cada cinco jóvenes palestinos ha sido arrestado por las fuerzas israelíes por su actividad en línea

Un palestino sostiene una tableta en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, el 13 de mayo de 2013. (Foto: Eyad al Baba / apaimages)
 

ASA WINSTANLEY

Una encuesta reciente sobre la juventud palestina ha revelado la extensión del espionaje israelí sobre la población indígena de la Palestina histórica. La encuesta, del Centro Árabe para el Avance de los Medios Sociales (7amleh - “Campaign”), indica que el 19 por ciento de los palestinos de entre 15 y 25 años han sido arrestados o interrogados tras haber espiado sus comunicaciones en línea.

La encuesta fue realizada en Cisjordania y la Franja de Gaza, así como a ciudadanos palestinos de Israel (que representan el 20 por ciento de la población total). El espionaje y posteriores arrestos fueron llevados a cabo por las autoridades de la ocupación israelí y sus subordinados de la Autoridad Palestina, así como —en menor medida— por las autoridades palestinas de la Franja de Gaza (donde los arrestados representan el 9,5 por ciento).

El porcentaje más elevado corresponde a los palestinos de Cisjordania: un 35 por ciento de los jóvenes palestinos de ese territorio dijo haber sido arrestado por algo que publicaron en las redes sociales o que dijeron en privado a un amigo empleando herramientas en línea.

La Unidad 8200 (el equivalente israelí de la NSA, Agencia Nacional de Seguridad de EEUU, y del GCHQ británico) utiliza sus medios de espionaje tecnológico para vigilar a la población civil palestina que vive bajo el yugo israelí en Cisjordania, Gaza y el estado sionista.

Los resultados son reveladores. La obsesión de Israel por controlar todos los aspectos de las vidas de los palestinos es demencial y sádica.

Un ejemplo reciente es el caso de Darin Tatur, un poeta palestino que ha pasado los últimos 16 meses en una prisión israelí y ahora en arresto domiciliario por haber escrito un poema y publicarlo en Facebook. Su poema, titulado “Resistir”, animaba a los palestinos a defenderse de los soldados israelíes: “Resiste, pueblo mío, resiste” es su estribillo. Por esto y por un par de mensajes de Facebook que acompañaban al poema, Tatur ha sido privado de su libertad por Israel.

Mi colega Charlotte Silver informó en septiembre que la acusación de las autoridades de la ocupación israelí decía que solo 153 personas habían visto un vídeo de YouTube de manifestantes palestinos que se defendían de los soldados israelíes con piedras y tirachinas y que incluía el poema de Tatur. A pesar de ello, las autoridades israelíes consideraron que este vídeo, que había sido visto por tan pocas personas, representaba una “amenaza” para la seguridad y que el autor del poema tenía que ser encerrado. (Un vídeo de YouTube que parece coincidir parcialmente con la descripción de la acusación israelí había sido visto 5.150 veces en el momento de escribir este artículo.)

Este tipo de vigilancia en línea es solo la punta del iceberg, como muestra la citada encuesta.

La encuesta fue realizada por la organización palestina 7amleh, con sede en Haifa, que trabaja para mejorar la seguridad en línea de la sociedad civil palestina. Su director, Nadim Nashif, dijo en una rueda de prensa que la encuesta era el trabajo más importante del grupo, que promueve los derechos de los palestinos para utilizar libremente internet sin que sus comunicaciones sean interceptadas por corporaciones, gobiernos u otras autoridades.

En 2014, sonó la voz de alarma cuando 43 reservistas de la Unidad 8200 firmaron una carta en la que declaraban que ya no seguirían espiando a la población civil palestina en Cisjordania y Gaza.

Según un periodista israelí, los reservistas escribieron que el trabajo de la Unidad 8200 incluía “revelar las preferencias sexuales de los palestinos, así como sus dificultades económicas o sus necesidades de atención médica en Israel, con el fin de chantajearles y reclutarles como confidentes”.

Un reservista escribió: “estamos destruyendo la sociedad palestina, impidiéndoles que mejoren sus vidas”. Otro consideró que la extensión del espionaje de los civiles palestinos por parte de Israel es parecida a la que llevaba a cabo la Stasi, la conocida agencia de la policía secreta de la Alemania del Este.

El año pasado, una organización palestina de derechos humanos llamó la atención sobre la creciente colaboración de Facebook con las autoridades de la ocupación israelí para censurar contenidos palestinos que, supuestamente, “incitan a la violencia” a los usuarios de las redes sociales. “Los vigilantes examinan las cantidades de ‘me gusta’ y ‘compartido’ de mensajes concretos, pero no han podido relacionar esos mensajes o a sus autores con actos de violencia. La tendencia es alarmante”, dijo el director de Addameer, Sahar Francis, al Independent

El hecho de que casi el 20 por ciento —que es uno de cada cinco— de los jóvenes palestinos de la Palestina histórica haya sido arrestado como resultado de algo que escribieron en línea es una estadística realmente asombrosa. Demuestra que Israel tiene el deseo obsesivo de controlar todos los aspectos de las vidas de los palestinos. No obstante, por muy inquietante que sea esto, no es más que otro paso más en una larga historia de control social por parte de la brutal ocupación militar israelí, que simplemente se ha puesto al día para aprovechar los recursos de las redes sociales.


Asa Winstanley es periodista de investigación y vive en Londres. Escribe sobre Palestina y Oriente Medio en The Electronic Intifada y tiene una columna semanal en Middle East Monitor.

Fuente: Almost 20% of Palestinian youth have faced arrest after online postings, Middle East Monitor, 28/02/2017

Traducción: Javier Villate (@bouleusis)

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