2026: Diez años de gran coalición

Mariano Rajoy y Susana Díaz en el desfile del 12 de octubre de 2016 Europa Press

Todo empezó en 2016, tras las dos elecciones generales fallidas. Muy pocos querían unas terceras elecciones que, posiblemente, solo hubieran empeorado las cosas.

Sin embargo, las señales fueron claras mucho antes, con la crisis económica, en 2007, cuando el espíritu de la Transición empezó a hacer aguas, cuando la fiesta de la burbuja inmobiliaria y de la pretenciosidad del éxito político infló las pústulas de corrupción que, antes, siempre fueron toleradas y las instituciones fueron dando respuestas que aumentaron la desigualdad y la injusticia poniendo en grave riesgo a las clases medias.

Entonces, muchos españoles decidieron que los actores de la Transición, especialmente el PP y el PSOE, eran parte del problema y no de la solución y se inventaron dos partidos de la nada. Podemos y Ciudadanos crecieron y crecieron hasta hacer imposible el Gobierno en torno a un solo partido y muy difícil incluso a dos. Fue entonces, cuando la clase política y económica, beneficiaria del sistema constitucional de 1978 reaccionó ante el peligro que se cernía sobre sus intereses y lanzó todas sus fuerzas al combate.

Los líderes de empresa muchos de ellos alzados gracias al dedo amistoso o a las concesiones privilegiadas pusieron sus armas mediáticas al servicio de los aparatos políticos que mantenían y que aún mantienen centenares de miles de empleos públicos y concesiones económicas que necesitan mantener cualquiera que fuese el coste para el futuro de España.

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