La OTAN contra Pakistán

Tariq Ali

Publicado originalmente en: NATO vs Pakistan, CounterPunch, 28/11/2011

El ataque de la OTAN contra un puesto de control pakistaní cercano a la frontera afgana que mató a 24 soldados el sábado tuvo que ser deliberado. Los comandantes de la OTAN tienen mapas en los que están marcados los puestos de control del ejército pakistaní. Sabían que el objetivo era un destacamento militar. La explicación de que fueron atacados primero suena falsa y ha sido ferozmente desmentida por Islamabad. Ataques anteriores de este tipo fueron calificados como "accidentes" y se presentaron disculpas que fueron aceptadas. Esta vez parece tratarse de algo más serio. Se ha producido poco después de otras "violaciones de la soberanía", en las palabras de la prensa local, pero la soberanía pakistaní es una ficción. El alto mando militar y los líderes políticos del país entregaron voluntariamente su soberanía hace muchas décadas. El hecho de que ahora esté siendo violada abierta y brutalmente es lo que resulta preocupante.

En represalia, Pakistán ha detenido convoyes de la OTAN que se dirigían a Afganistán (el 49 por ciento de estos convoyes atraviesan el país) y ha pedido a EEUU que abandone la base militar de Shamsi, que se construyó para lanzar aviones teledirigidos contra objetivos tanto en Afganistán como en Pakistán, con el permiso de los gobernantes del país. Pero a Afganistán le permitieron que se tapara las vergüenzas: en los documentos oficiales, la base fue arrendada oficialmente a Emiratos Árabes Unidos, cuya "soberanía" es todavía más flexible que la de Pakistán.

Los motivos del ataque son un misterio, pero sus consecuencias no lo son. Creará más divisiones en el seno del ejército, debilitará todavía más al venal régimen de Zardari, fortalecerá a los militantes religiosos y hará que EEUU sea aún más odiado de lo que ya lo es en Pakistán.

Entonces, ¿por qué lo han hecho? ¿Fue ideado como una provocación? ¿Está Obama pensando seriamente en desatar una guerra civil en un país realmente maltrecho? Algunos comentaristas de Islamabad han argumentado esto, pero es improbable que las tropas de la OTAN ocupen Pakistán. Un giro tan irracional sería difícil de justificar en términos de los intereses imperialistas. Quizás fuera simplemente una venganza o castigo a los militares pakistaníes por haber enviado a la red Haqqani a bombardear la embajada de EEUU y la OTAN en la "zona verde" de Kabul hace unos pocos meses.

El ataque de la OTAN se ha producido justo después de otra crisis. Uno de los encargados de confianza de Zardari y su difunta esposa para cobrar extorsiones en Washington, Husain Haqqani, cuyos vínculos con los servicios de inteligencia de EEUU desde los años 70 hicieron de él un útil intermediario, y a quien Zardari nombró embajador de Pakistán en Washington, se ha visto obligado a dimitir. Haqqani, a menudo considerado como embajador de EEUU en Pakistán, parece haber sido cogido in fraganti: supuestamente, pidió a Mansoor Ijaz, un multimillonario cercano al aparato de defensa norteamericano, que llevara un mensaje al almirante Mike Mullen en el que le pedía que le ayudara contra el ejército pakistaní y le ofrecía, a cambio, el desmantelamiento de la red Haqqani y del ISI [servicios secretos pakistaníes, N. del T.], así como obedecer todas las instrucciones de EEUU.

Mullen negó que hubiera recibido tal mensaje. Un suboficial del ejército le contradijo. Mullen modificó sus declaraciones y dijo que el mensaje había sido recibido e ignorado. Cuando el ISI descubrió este "acto de traición", Haqqani, en lugar de decir que estaba actuando a las órdenes de Zardari, negó toda la historia. Lamentablemente para él, el jefe del ISI, el general Pasha, se había reunido con Ijaz y este le entregó el Blackberry con los mensajes y las instrucciones. Haqqani no tuvo más remedio que dimitir. Las peticiones de que sea juzgado y colgado (las dos suelen ir frecuentemente juntas cuando el ejército está implicado) están proliferando. Zardari ha apoyado a su hombre. El ejército quiere su cabeza. Y ahora la OTAN ha entrado en la refriega. Esta historia todavía no ha terminado.


El libro más reciente de Tariq Ali es The Obama Syndrome: Surrender at Home, War Abroad.

Traducción: Javier Villate

Comentarios