Si los iraníes están presentes o no en Siria es algo que tendrán que decidir los sirios, no el gobierno de Israel. Aunque ya sabemos que este tipo de razonamientos (sentido común) es algo que no caracteriza a la ideología sionista y tribal de los gobernantes israelíes para quienes no hay ni derecho internacional, ni derechos humanos, ni fronteras que limiten lo que Israel puede hacer. A ellos les gusta vivir sin limitaciones: quiero hacer esto porque me interesa y, por tanto, lo hago. Punto.
El miembro del consejo de ministros del gobierno israelí y ministro de Construcción, Yoav Galant, ha dicho que Israel va a seguir atentamente los sucesos que se desarrollan cerca de su frontera con Siria y que se va a atener de forma estricta a las líneas rojas ya fijadas.
En declaraciones a la agencia rusa Interfax citadas por Russia Today, aclaró que estas líneas rojas se articulan en torno a "impedir el desarrollo de Hezbolá en Siria, con especial interés en evitar la posibilidad de que tenga acceso a armas de alta precisión, en evitar la presencia terrestre de Hezbolá o de fuerzas iraníes cerca de la frontera (con Israel), y en evitar la presencia militar iraní en Siria de forma general".
Gallant afirmó también en referencia a la presencia de Irán en la relativamente tranquila zona de Idlib, en Siria:
Pensamos que los iraníes deben regresar a la zona del río Tigris, que se encuentra lejos de Siria, y sonsus fronteras naturales
Y añadió: "No hay lugar para Irán en Siria, no en su territorio, y encontraremos una manera de protegernos de este peligro".
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